Unos 7 millones de españoles consultan cada mes en Internet sobre algún tipo de información médica, ya sea para completar los datos recibidos por el médico o para buscar solución a sus dudas. Es importante destacar que no toda la información médica que aparece en Internet es correcta y que hoy en día cualquiera puede publicar la información que quiera en la red. Por otra parte, hay ocasiones en las que los intereses que mueven ha difundir determinado tipo de información no son los más adecuados para el usuario.
La Organización Mundial de la Salud ya ha demostrado su preocupación por el peligro que puede llegar a tener la información fraudulenta que no provenga de verdaderos profesionales de la salud. Más grave resulta el hecho de poder adquirir cualquier tipo de producto farmacéutico sin que haya sido prescrito por un médico. La venta ilegal de medicamentos no sólo genera problemas de salud pública, sino que fomenta la automedicación y el consumo abusivo. Cualquier medicamento comprado en la actualidad a través de Internet supone un grave riesgo para la salud, puesto que es susceptible de ser una falsificación. Adquirir medicamentos a través de la red o de cualquier otra vía no reconocida oficialmente puede ser peligroso.
Falsificaciones de Fármacos
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, el 62% de los medicamentos adquiridos a través de Internet son falsificaciones. En un estudio realizado por la OMS se adquirieron 14 medicamentos por Internet como antidepresivos, adelgazantes, anticonceptivos hormonales y fármacos para la disfunción eréctil. En este estudio se comprobó que en 4 de cada 5 sitios visitados no se solicitó receta médica. Los pedidos llegaron en muchos casos, sin sus cajas, sin sus prospectos o con el mismo en otro idioma. Está claro que la red ofrece la posibilidad de adquirir fármacos con demasiada facilidad. A este canal suelen recurrir aquellas personas que buscan medicamentos que por otra vía exigirían algún tipo de requisito. Hay que tener en cuentan que ante situaciones como esta, al peligro de consumir fármacos sin control, hay que añadir que además muchos de ellos pueden ser falsificaciones.
Según la OMS, en torno al 10% del mercado mundial se basa en medicamentos falsos y desde 2005 este tipo de productos han aumentado un 400%. El año pasado se confiscaron en las fronteras de la Unión Europea más de 2,7 millones de medicamentos falsificados.
En Internet circulan medicamentos que en el mercado real están sometidos a un férreo control de comercialización porque puede ser peligroso su consumo sin un control adecuado por los profesionales de la salud. Algunos ejemplos de este tipo de fármacos serían:
- Sustancias que pretenden alargar la juventud.
- Medicamentos para adelgazar sin esfuerzo.
- Pastillas para eliminar la angustia y proporcionar optimismo.
- Medicinas contra el insomnio.
- Fármacos para evitar el cansancio.
- Medicamentos para conseguir una mayor actividad sexual.
El Parlamento Europeo aprobó en 2011 una directiva para hacer frente a la falsificación de fármacos y proteger a los pacientes (Directiva 2011/62/UE). Esta nueva legislación se aplica también a las ventas por Internet y obliga a insertar dispositivos de seguridad en los envases con el objeto de garantizar la autenticidad de los fármacos.
España, a finales de 2013 aprobó un real decreto (RD 870/2013) que regula la venta a distancia al público, a través de sitios web, de medicamentos de uso humano no sujetos a prescripción médica. El real decreto desarrolla la Ley de Garantías y Uso racional de los medicamentos y productos sanitarios e incorpora al derecho español la directiva europea de 2011. Este real decreto desarrolla y garantiza que la dispensación ‘on line’ de medicamentos no sujetos a prescripción médica en España se realizará bajo tres condicionantes imprescindibles:
- A través de una farmacia legalmente autorizada.
- Con la intervención de un farmacéutico.
- Con asesoramiento previo personalizado.
Consecuencias de la Falsificación de Fármacos
- Daños graves en la salud por intoxicación.
- Agravamiento de las patologías por tomar un medicamento sin principio activo.
- Numerosas complicaciones en materia de Salud Pública.
- Incremento de costes en el sistema sanitario por los efectos perjudiciales de los medicamentos falsificados (urgencias, ingresos hospitalarios…)